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Por vuestras cartas de amor

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jueves, 25 de agosto de 2016

Acerca de: Te añoro (Hebaragi)


Se trata de un girasol.

El título completo del poema publicado en la anterior entrada es Te añoro (Hebaragi)."Hebaragi" es girasol en coreano, y se traduce literalmente como "añora-sol". Evidentemente, no puse el subtítulo en la publicación original porque suponía que mis lectores seríais lo suficientemente avispados como para buscar esta palabra en Google *risas*.

La idea surgió de una conversación con unos amigos coreanos en que les pregunté cómo se dice girasol. En los idiomas que conozco, suele ser "gira-sol" o "flor del sol". Incluso en japonés, "himawari" es literalmente "gira-sol". Por eso les pregunté por el significado literal de "hebaragi" y me pareció realmente hermoso, y un buen tema para un poema.

La relación entre un girasol y el sol es también una sombra de la relación entre una persona y Dios. Así como el girasol siempre mira y sigue al sol y el aspecto de la flor en sí se parece al sol, si nosotros siempre miramos a Cristo, acabaremos pareciéndonos a él. Había oído esta explicación con anterioridad, por eso al aprender el significado de "hebaragi" me conmovió mucho y pensé que ese es el corazón que debemos tener hacia Dios, el corazón de amarle y anhelarle.

Prometí dedicar un poema a los lectores que adivinaran quiénes eran los sujetos de Te añoro. Realmente nadie dio con la respuesta exacta, pero estuvistéis muy cerca. Hilario Esteban López supuso que se trataba de la luna y el sol. No es la luna (en algunos aspectos lo puede parecer pero, si te fijas, hay versos que indican que se trata de un ser vivo), pero es cierto que el amado es el sol. Y Miriam Jaramillo dijo que se trataba de mi amor por Dios. Aunque literalmente es un girasol y el sol, sí es una metáfora de una persona y Dios.
Así que, para no dejar el premio vacío, voy a dedicar un poema a cada uno de vosotros dos. Por favor, comentad en esta entrada proponiéndome el tema que queráis.
Cuanto menos específicos seáis, más probabilidades hay de que haga lo que me plazca, así que pensad bien si queréis una sorpresa o si realmente queréis un poema sobre cierto asunto. Sólo os pido que no solicitéis críticas a personajes o asuntos políticos muy concretos, porque puedo no estar familiarizada con ellos, además de que me interesan los problemas sociales pero no la política como tal, ni me pidáis nada erótico porque, sin ofender a sus autores, miro con cierto menosprecio los poemas de amor con tintes eróticos tipo "me encanta tocarte/que me toques" o "adoro todas las partes de tu cuerpo". Y en general, sed sensatos respecto a temas con los que puedo no estar familiarizada y de los cuales se requiera un conocimiento profundo para dedicarles un poema.

Muchas gracias a todos por leer, comentar y participar.

¡Besos de libélula!

Iria

domingo, 21 de agosto de 2016

Te añoro (Hebaragi)

No puedo ocultar
que mi rostro resplandece al verte.
No puedo disimular
que mi corazón palpita.
En mi sonrisa como de niña
está contenido mi ardiente anhelo hacia ti.

Tú, en tu hermosura excelsa,
me miras con ternura y candor.
Nunca te puedo tener,
ni soy alguien que te pueda merecer,
pero quiero creer que también me amas
pues cada día extiendes hacia mí tus manos.

En cada momento te busco,
te añoro,
te sigue mi mirada totalmente cautivada.
Te espero en la tristeza de la noche,
en angustia, hasta que clarea el cielo por el este,
cuando refresca la brisa.
Verás lágrimas en mis mejillas
mas mis ojos de nuevo centellean
al encontrarse con el brillo de los tuyos.

Quizá hasta mi último aliento,
hasta que se derrame en tierra mi vida,
no se consume este mi deseo de abrazarte.
Pero si no dejo de mirarte,
me regocijará el solo saber
que mi corazón, mi alma, hasta mi faz
se han hecho reflejo de ti
para mostrar al mundo que te amo.



Éste no es un poema de amor corriente. ¿Adivináis quién es la enamorada y quién el amado? Comentad y, si acertáis, os regalaré versos.

Aquí tenéis la respuesta.

viernes, 12 de agosto de 2016

Por vuestras cartas de amor

"No te dejaré, ni te desampararé" (Jos. 1:5)

Por vuestras cartas de amor
siempre encuentro consuelo
cuando me rodea el temor,
sabiendo que estáis a mi lado
y por buen sendero me guiáis.

En vuestras cartas de amor
siempre hallo la respuesta.

Cuando no sé qué camino tomar,
o la adversidad oculta la esperanza,
cuando no alcanzo a dar un paso más
temiendo que no lo pueda lograr,
vuestras palabras son más dulces que la miel,
como un arrullo que sana el alma,
y siempre iluminan el mundo
llenando de valor el corazón.

¡Oh, que yo también pueda
expedir cartas de amor
a los que tiemblan de miedo y se angustian
en el mundo de dolor!

miércoles, 15 de junio de 2016

Solitario

Sabemos que vamos en el mismo vagón
pero no sabemos dónde nos bajamos.
¿Por qué debería dejarte hurgar en mi maleta?
¿Por qué he de encariñarme con la foto de tu gato?

¿Tomas este tren todas las mañanas?
¿Aún te encontraré al cabo de mil años?
Y si un día sales de casa más temprano,
¿cómo sabré si alguna vez volveré a verte?

Si me das tu teléfono,
¿vendrás cuando te llame?
¿Volverás a subir a este tren conmigo,
o sólo querrás verme en un café de esquina?

Vamos en el mismo vagón
y no sé dónde te bajas,
pero quiero dejarte hurgar en mi maleta.
Sólo promete que cuando te vayas
dejarás todas las cosas donde estaban.