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lunes, 12 de septiembre de 2016

Acerca de: Para no estar solo

Escribí "Para no estar solo" a petición de Miriam Jaramillo, que ganó un pequeño concurso en torno al poema "Te añoro (Hebaragi)".

Miriam me pidió un poema acerca de la soledad y yo quería enfocarlo de una manera novedosa. Consideré varios tipos de soledad, como la soledad de los ancianos que no tienen familia o no son visitados por ella frecuentemente, la soledad de los presos en la cárcel, y la soledad interna de personas que, aunque no están físicamente solas, se sienten solas e incomprendidas, como mujeres maltratadas, jóvenes que no tienen confianza con sus padres, chicos a quienes marginan en la escuela, madres que consuelan a sus hijos pero no tienen quien las consuele, parejas que llevan años casadas pero sienten que no reciben amor de la otra parte, etc. Sin embargo, suponía que ya habría mucha literatura acerca de estos temas. Al menos, espero que la haya, porque si no fuera así significaría que tenemos unos poetas muy poco concienciados de los problemas de la sociedad actual.

Finalmente, decidí escribir un poema que trata al mismo tiempo de las parejas que siguen juntas pero se sienten solas porque no reciben amor y de los jóvenes y adolescentes que se sienten generalmente solos, incomprendidos y perdidos.

El poema fue inspirado por una conversación entre amigos que no pude evitar oir unos meses atrás mientras iba en el tren subterráneo, o Metro. Un chico de entre 16 y 20-y-pocos años confesaba a sus amigos que no sabía por qué seguía con su novia, que realmente nada le unía a ella pero tampoco tenía una buena razón para dejarla y, a fin de cuentas, era mejor tener novia que no. Hubo algunas cosas que dijo que me hicieron tener deseos de decirle al joven que era un canalla y que debería ser honesto con la chica y dejarla ir, pero tengo demasiado respeto por las conversaciones ajenas y prefiero no entremeterme, fingiendo no oir nada. De todos modos, después de pensarlo un poco, me pareció que hay una enorme proporción de relaciones de pareja que son así.

El poema describe los pensamientos de los jóvenes en esa situación. Los adolescentes no acostumbran a plantearse desde el inicio si una relación va a ser duradera, pero empiezan a salir con alguien que les gusta y "están juntos mietras tanto", mientras nada vaya mal.

Como describe el poema en la segunda estrofa, a veces la atracción empieza siendo sólo física. Muchas veces uno acepta salir con cualquiera que tenga interés en él aunque él no lo tenga en la otra persona sólo por probar, porque no le ha salido otra mejor opción. Sólo se trata de tener compañía, cariño e intimidad física y todo esto viene alimentado por el hecho de que la sociedad nos inculca que debemos tener pareja.

Y esto llega al problema más profundo: el hecho de seguir por inercia. A menudo los novios no tienen algo que realmente los una, pero tampoco tienen un buen motivo para romper. Así que si llevan cierto número de años juntos, se van a vivir juntos. Si llevan cierto número de años conviviendo y no hay grandes incompatibilidades, se casan. Luego tienen hijos, o primero tienen hijos y entonces se casan. Luego siguen juntos a pesar de que se sienten absolutamente insatisfechos con sus vidas sólo para que sus hijos no tengan padres separados, pero son incapaces de crear un hogar feliz para ellos. Al final, tarde o temprano, llegan las depresiones, las infidelidades o el "hace tiempo que nuestro amor está muerto y siento que necesito rehacer mi vida" y la separación o el divorcio que tanto tiempo se aplazó "por el bien de los hijos" llega inevitablemente.

Y es el propio concepto de "estamos juntos mientras tanto" lo que hace que las parejas no se esfuercen por alimentar y hacer crecer su amor, que las "llamas se apaguen" y que los divorcios aumenten.

Al final, me ha encantado escribir este poema. Tiene mucho significado. Gracias, Miriam.

"Para no estar solo" está incluído en la serie llamada "Los niños perdidos". En esta serie se habla de los jóvenes que no saben cómo convertirse en adultos, de mantener o no mantener el niño interior y del conflicto entre el hombre y el mundo. Y se habla mucho, mucho, de la manera disipada de vivir de los jóvenes y adolescentes en las sociedades modernas. Pero esto no va dirigido principalmente a esos jóvenes como un intento de orientarles ni mucho menos de criticarles. Esto es una llamada a los adultos para que sean mejores ejemplos para los jóvenes, para que enseñen mejores valores y para que los padres sepan merecerse su confianza y orientarles en esta etapa en que están tan perdidos.

Todos los seres humanos necesitan afecto, comprensión y compañía. Esas cosas se pueden encontrar en los buenos amigos y en la familia. Y sí, a pesar de todos los quebraderos de cabeza que tener pareja puede dar, tener a una persona a la que estar más cercano, más unido y con quien tener intimidad es algo sumamente positivo. Pero no todas las personas necesitan tener pareja. Es una elección. Para algunos es muy importante, para otros no es necesario y a algunos nunca les llega. No debemos enseñar a los jóvenes que quedarse soltero es algo malo ni inculcarles el miedo a estar solos. Eso sólo lleva a que malgasten la mitad de su vida en una relación incompleta y disfuncional y acaben viviendo solos en su vejez.

Las personas necesitan aprender a ser felices por sí mismas, sin depender de su pareja, sin juzgar su valía por si tienen o no pareja. Debemos enseñar que tener pareja no es algo necesario, sino algo que es positivo si y cuando encontramos a alguien que añade un montón de cosas buenas a nuestra vida.

Necesitamos aprender a vivir como naranjas completas antes de buscar a nuestra media naranja.

Si habéis leído hasta aquí, espero que mis pensamientos os sean provechosos y que hagáis de este mundo un mundo mejor, y que si tenéis pareja cultivéis esa relación para que siempre sea magnífica. Gracias por leerme.

Y por si alguna vez leen esto, gracias a mis tíos M. S. y L. T. por ser una pareja absolutamente fascinante donde realmente se nota que se quieren y que son mejores personas estando juntos que por separado.

1 comentario:

  1. me ha gustado mucho la reflexión que has escrito, yo pienso de igual manera. Cuando no tienes motivos para seguir con tu pareja lo mejor sería decírselo, pero supongo que por soledad, por costumbre o simple continuidad no se hace. El amor es extraño, corrijo, son las personas las que complican ese fuego que en un principio es algo maravilloso puede desencadenar en algo horrible.

    un abrazo

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